El vestido azul a cuadros luce tan gris y raído que hace juego con la tristeza que lleva estampada en el semblante la pequeña Toñita. Ahora, sentada sobre la arena de la playa, la brisa del atardecer le vuela el vestido obligándola a sujetarlo con las rodillas.
–Pepe, –pregunta a su hermano–, ¿tú sabes cuándo será mi cumpleaños?