Al entrar al bar “El Pirata”, Polo Gardoqui echó un vistazo a las primeras mesas y no vio a ninguno de sus amigos, así que se aproximó a la barra y le gritó al hombre que atendía:
-¡Hey, Chino! ¿No ha llegado la palomilla?
-No, todavía es temprano, apenas van a dar las diez.
-Es cierto. Bueno, invítame un vodka tonic para ir abriendo boca.