Julián venía persiguiendo por toda la casa a Pedrito, su hermano menor, cuando llegaron a la habitación del fondo. Pensaron que ahí estaría su padre así que entraron callados para que no los regañara.
-¡Hey, Pedro, ven no hay nadie!
-Bueno Julián, pero ya no me pegues o te acuso con mi mamá, eh.